Las tradiciones y los rituales permiten a las diferentes especies convivir socialmente. También, hay quienes ven en estos actos una forma de entender y comunicarse con los mismos Dioses. Incluso, los elementales tienen sus propios ritos para diferentes aspectos de la vida.

La mayoría de los nombres de los seres vivos de los Tres Continentes obedecen a su comodidad en el uso del Lenguaje Divino. A lo largo de la Primera Era, las normas gramaticales para el uso de los nombres se erigieron naturalmente en cada especie, marcando así, diferencias entre las formas de llamarse entre en las diferentes ciudades.

La estructura política de cada pueblo está determinada por el entendimiento que dieron los líderes a las normas primigenias, combinado con su propia forma de ver la vida y el mundo según su tipo de especie. Con estas combinaciones hay una variedad de estructuras y ordenamiento social que perduran durante la Segunda Era, pero que tienen diferentes interpretaciones a lo largo del tiempo.